'A wet dream on Elm Street' (no confundir con la versión de Jim Travis de 1988) es una de las pocas XXX Parody americanas que realmente se puede considerar una parodia tal y como entendemos en castellano ese término (no como la parodia de Dick Chibbles); es decir, que no sólo hace una versión porno de la película sino que la parodia en clave de humor como 'Scary Movie' con los filmes de 'Scream', pero con sexo de por medio. Así, Meyers consigue una película cachonda y divertida, aunque tampoco pasará a la historia.
Aquí Freddy era un vendedor clandestino de juguetes sexuales que fue asesinado y quemado por unos clientes descontentos con sus consoladores y sus vaginas en lata. Para vengarse, con su guante de cuatro dildos, volverá para vengarse de ellos en los sueños de sus hijas, que se reúnen en el instituto dos años después de la graduación, dejándolas en coma por exceso de placer sexual.
Todo es tan absurdo como divertido, la verdad. Tiene buenos gags, otros más malos que hacen gracia justo por eso y todo el mundo está sobreactuado, con lo que tenemos unos cuantos minutos de trama más que entretenida que da pie a cinco escenas sexuales desiguales, pero que cuentan con chicas como Jennifer White, Lexi Brooks, Gracie Glam, Charley Chase y Sophie Dee.
Jennifer White se tira a Chris Jonson en un buen polvo pero con una fotografía grisacea que no deja disfrutar de la escena, y Lexi se tira en una celda a Freddy (muy bien interpretado por Anthony Rosano). La cosa mejora después con Gracie Glam con una buena escena de masturbación con el guante de cuatro dildos de Freddy, una escena bien iluminada y carnal que, aunque demasiado larga, hace la boca agua a los espectadores y a Freddy, que aparece al final junto a su guante para acabar con Gracie.
La siguiente escena no tiene desperdicio, como casi todas la de Charley Chase. La morena se tira a su profesor, un Tommy Pistol que genera algunas de las escenas más divertidas de la película y que también se esmera en esta escena sexual, a la que no le hubiera venido nada mal un poco de anal antes de la aparición de Freddy.
Para cerrar el espectáculo, Sophie Dee, dispuesta a acabar con la pesadilla de Freddy, se lanza a capturar al asesino sexual en una muy buena escena en la que la neumática galesa luce su cuerpo y sus artes sexuales con un Freddy que acaba gritando de desesperación tras perder las pilas de sus dildos y no poder llevar al éxtasis a Sohie. Un buen y absurdo final para una película muy divertida que hace pasar un buen rato sin más pretensiones.
No comments:
Post a Comment