El double feature de David Lord y Andre Madness para Adam & Eve ha sido uno de los proyectos que más expectación han levantado esta temporada. El objetivo, un homenaje al explotation y la serie B de los 70 aprovechando el nombre que dejó la doble sesión que estrenaron Tarantino y Rodríguez hace unos años. Y el resultado es una buena sesión doble con un revenge-killer encarnado por Teagan Presley y un slasher de los de toda la vida con Lee Stone y la no-tan-indefensa Alexis Ford.
Pero no sólo son dos películas, es una sesión doble de las de antes y viene con un aderezo grindhouse muy bien diseñado. Los carteles de presentación y la música te trasladan al pasado y te ponen en situación, es decir, ante dos filmes de serie B que te venden los mejores momentos en los trailers previos (con su locución tan singular). Y, además, Lee Roy Meyers se encarga de un divertido trailer falso (Easter Bunny) sobre un letal conejo de Pascua que arrasa un barrio residencial.
Pese a que parecía más interesante el ‘Student Assassin’ de David Lord y Teagan Presley, ésta se queda en un simple aperitivo de poco más de una hora de la pieza más completa, ‘Massacre at Pine Lake’. Y es que la obra de Lord no tiene mucho más que ofrecer que lo que se ve en el trailer (literalmente), teniendo su momento culmen en la secuencia inicial y en la de cierre, con una tan letal como irresistiblemente sexy Teagan Presley.
En ‘Student Assassin’, la adolescente Teagan Presley acude ataviada con un arsenal a lo ‘Commando’ de Swarzenegger al rescate de su novia, la agente de policía Nina Mercedes, capturada por un peligroso mafioso. Una trama simple y efectiva para una película breve que, aunque te deja con ganas de que tenga más desarrollo, se agradece que sea un primer plato rápido y repleto de acción de la sesión doble, evitando el fallo del ‘Grindhouse’ de Tarantino y Rodríguez, con dos piezas demasiado largas para un doble feature en pleno siglo XXI y que comenzaba la sesión con la pieza más lenta, ‘Death Proof’.
La película no podía comenzar mejor, con una secuencia en la ducha de Teagan a la que después se une Nina Mercedez para una buenísima escena lésbica, con una fotografía saturada y carnal que evoca gran parte del explotation de los 70 a la vez que hace que empieces la película realmente cachondo. De hecho, es la mejor escena sexual del filme, ya que tanto la adecuación al estilo como el nivel de excitación de las escenas va menguando a medida que avanza la película, con un buen duelo sexual entre Britney Amber y Derrick Pierce en la guarida del malo, y una escena bien fotografiada, pero fuera de sitio, entre India Summer y Seth Gamble.
Como he dicho, la película no tiene mucho más en la parte argumental que lo que se ve en el trailer, lo que deja un par de buenos momentos con un achicanado Eric Masterson (policía al que asesinan en ambas películas sin que llegue a follar, un detalle que me encantó) y una espectacular entrée asesina de Teagan en la guarida de Pierce al más puro estilo grindhouse: final de venganza, frases ingeniosas, tipos duros, tías buenas, sangre, acción y muertes y mas muertes. Lástima que dure sólo unos minutos y llegue tras 55 minutos que sólo sirven para plantear el conflicto e introducir escenas de sexo, faltándole otra escena de muertes y acción en la parte central. De todos modos, un filme entretenido y rápido para abrir boca antes de la hecatombe asesina de Lee Stone.
Y es que en ‘Massacre at Pine Lake’, es Lee Stone el que encarna a un peligroso criminal que asesina a los policías que le custodian y va a parar a un campamento de verano en el que sus seis trabajadores preparan sin preocupaciones el inicio de la temporada. Una trama dispuesta para desarrollar los tópicos del cualquier slasher palomitero con los cuerpos de Andy San Dimas, Briana Blair y Alexis Ford para amenizar el viaje.
Reproduce muy bien la estructura y los tópicos habituales de este tipo de películas: malo temible del que no sabemos mucho ni se comunica más que matando, chicas buenorras indefensas menos una que pelea duro, inicio plácido, el que folla se convierte en la próxima víctima, personajes graciosos de relleno, secuencias de lucimiento carnal de las chicas… y lo hace dentro de un guión con ritmo en el que Madness va metiendo el miedo en el cuerpo de los espectadores con breves secuencias del asesino mientras conocemos a los personajes principales, ninguno excesivamente bien dibujado.
Si Alexis Ford es la estrella de los buenos (junto a D. Snoop, que pone la nota divertida), sin duda la parte maligna no se queda corta con Stone. Sólo con su corpulencia y su caracterización se vale para intimidar, pero Madness guarda para él las mejores escenas de la película, estudiadas y llenas de talento. Su huida, su pirotécnico final y todos y cada uno de sus asesinatos son estupendos, con un pétreo y temible Lee que
Como la anterior, esta también tiene tres escenas de sexo, todas correctas pero sin rebasar los límites del producto couple-friendly de las majors americanas. La primera es la de la chica más sexy de la película, Andy San Dimas, una chica mala que se tira al tonto de la película, Ralph Long, para evitar hacer su trabajo. Una buena escena en la que Dimas luce su cuerpo y sus artes sexuales sin quitarse las Converse ni su chulería de encima.
Brianna Blair y Rocco Reed tienen una escena más que correcta en el cuarto justo antes de la llegada de Lee al campamento en la que la neumática rubia se tira a su compañero sin traspasar límites. Y por último, Alexis no se quiere quedar sin follar y se tira en el dormitorio a Mr Pete en una escena demasiado oscura, pero en la que Ford se convierte en la chica más ardiente del filme demostrando que es una performer de primera.
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