Speed (Brad Armstrong, 2010)



Cuatro bandas de moteros muy diferentes se verán inmersas en una trama en que la policía chantajea a una mecánica (Kirsten Price) para que se introduzca en una de las bandas para averiguar sus planes delictivos, mientras Jessica Drake vuelve a frecuentar las antiguas amistadas de su banda tras salir de la cárcel.

Que Wicked Pictures está en horas bajas no sorprende a nadie. De ser la productora estrella con varios peliculones al año, ha pasado a un segundo plano con muchas películitas de estilo machacado y alguna gran producción por temporada. Y esa gran película del año es ésta, “Speed”, que sirve a Armstrong para redimirse a lo grande por no ser ya el destacado realizador que fue.



 La película comienza bien, planteándonos las dos tramas paralelas a la vez que nos va mostrando la cuatro bandas de moteros: los deportivos, los macarras, los negros y los asiáticos. Pero en la parte central de la película da la sensación de que no se cuenta nada y nada avanza mucho, mostrando carreras de motos y faltando más y mejores secuencias sobre la infiltración de Price. Pero es que Armstrong la aprovecha para mostrarnos a las bandas y dejar que disfruten del sexo, algo que es de agradecer de no ser que nos muestra historias sin importancia para la trama como la rivalidad entre dos de las chicas asiáticas.


Pero a medida que avanza todo se va entrelazando y dando un sentido a los acontecimientos. La historia de Jessica Drake acaba como era de esperar, los lazos entre las bandas (deportivos-asiáticos, macarras-negros) acaban bastante mal para todos, y Armstrong remata la jugada con unas cuantas secuencias bastante efectivas que te dejan con la sensación de una historia bien ideada.


Destacan sobre el resto de secuencias las carreras de motos (aunque son más austeras que las películas mainstream de este estilo) y el atraco final de la banda de los macarras y la venganza de los negros, posiblemente las dos secuencias mejor conseguidas de Wicked esta temporada. Y por suerte, Armstrong también apuesta fuerte esta vez por la parte sexual y nos brinda 11 potentes y variadas escenas con más sexo duro de lo habitual en Wicked Pictures.


Empezar la película con Alexis Texas es siempre un acierto seguro, y más cuando la rubia se lo monta Derrick Pierce junto a Briana Blair en el sótano de la banda. Y tampoco es un mal trío el siguiente, que reune a Asa Akira y Keni Styles (la pareja de "Pure") con la delicada Kaylani Lei.


En una fiesta de los moteros, en plena calle a lo rave, Angie Savage, Sophia Santi, Alektra Blue y Kayme Kai se lo montan ante todos lo asistentes brindando una enérgica y carnal escena lésbica. Y si teníamos una escena asiática, Armstrong no podía dejar de colocar un poquíto de ebony en la película. Y para ello, decide brindar a los sementales Deep Threat, Mr. Marcus y Prince Yahshua las tres actrices negras más destacadas de América: nada más y nada menos que Jada Fire, Marie Luv y Nyomi Banxxx.


Pero el plato fuerte viene después, en una fiesta en la piscina, con una tremenda orgía. Si no me dejo a nadie, se lo montan alrededor de la piscina Misty Stone, Chanel Preston, Jessica Drake, Tory Lane, Mick Blue, Sandee Westgate, Dale DaBone, Alektra Blue, Barrett Blade, Kaylani Lei, Marcus London, Kirsten Price, Eric Masterson, Sascha y Bill Bailey. Tory Lane nos brinda un enérgico anal como solo ella sabe, pero es Jessica Drake la que nos sorprende ofreciendo un buen anal seguido de una gran doble penetración, que culmina una buena orgía bien organizada y rodada y con gran entrega de todos los performers.


Jessica repite después en una buena escena con Manuel Ferrara y la gran Tori Black; pero tras esta cae un poco el nivel con tres escenas de parejas seguidas sin mucha fuerza:  Kirsten Price y Brad Armstrong, Kaylani Lei y Derrick Pierce, y Jessica Drake y Barrett Blade, éstos últimos, al menos, en unos buenos exteriores.



Sin embargo, todo reflota después con otra pareja, Alektra Blue y Tommy Gunn, que ofrecen una buena escena en su guarida en la que Wicked Pictures, por fín, le permite a Alektra lucirse con el sexo anal, del que disfrutan tanto ella y Gunn como los espectadores.


Y para acabar la parte sexual, Armstrong acierta con una escena más breve y oral entre Devon Lee, Shyla Stylez, Spyder Jonez y un montón de billetes. Sin duda, es casi un pecado no aprovechar al máximo a Stylez, pero es un buen colofón y siempre se agradece que haya variedad de escenas.


Así, Armstrong recupera en parte la grandiosidad que tuvo antaño con un muy buen producto que resulta una de las mejores películas del año. Esperemos que Armstrong coja fuerzas con esta película y vuelva a brillar como siempre hizo, resucitando, de paso, a la desgastada Wicked Pictures.


Lo mejor: el atraco final, la venganza de la banda rival y buena parte de las escenas sexuales

Lo peor: que la parte central del filme esté un poco vacía de trama interesante











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