La sensual y voluptuosa Aria Giovanni lleva casi una década siendo una de las divas del director y fotógrafo Andrew Blake. Para celebrar su encuentro, en el año 2001 Blake realizó un filme devotamente dedicado a la morena italoamericana. El resultado fue "Aria", una película visual y no argumental donde Blake sitúa a Aria siempre en el lugar correcto para su mayor lucimiento. Junto a ella, el director sitúo a una pléyade femenina formada por Sierra, Kelle Marie y Adriana Sage, entre otros. Un grupo de mujeres naturales, sensuales e inbuídas del erotismo chic de uno de los más célebres esteta del porno americano.
Pero además, la podemos ver en una sesión de bondage light con Sierra; peleando con Adriana Sage de forma descarnada; al borde de una piscina, sumisa a una mujer sin rostro, y acariciándose e impregnando de jabón sus pechos frente a un espejo. El filme también incluye secuencias sin Aria de por medio. En una, vemos a Adriana Sage, Sierra y Kelle Marie en un sensual trío y en la otra vemos la única escena hetero del filme, con Vince Voyeur disfrutando plenamente de Adriana Sage, mientras, en paralelo, Aria y Sage disfrutan la una de la otra.
Como filme compuesto de fotografías que es, más que mejores escenas hemos de hablar de imágenes memorables. Aria surgiendo de la piscina encuadrada entre las piernas desnudas de una mujer; Aria en el suelo, desnuda y en tensión siendo sometida con una fusta por Sierra; en la cama jugando con las medias; en el sofá con el vestido negro; acercándose a Adriana y pegándole una bofeteada en el culo; en el sofá dejando que Adriana disfrute de su pierna enfundada en una media; y acariciando sus pechos frente al espejo, un deleite incomparable para la vista.
Y todo este compendio de imágenes bellas perfectamente fotografiadas, Blake lo envuelve en un efecto de cámara lenta y con la música de un habitual en sus películas, Raoul Valve, con tonos jazzísticos ejecutados a piano descarnado. Un remate con clase al más puro estilo Blake, un estilo que a no todo el mundo le gusta. Aunque yo tampoco soy un fan de su estilo, he de reconocer que aprendí a apreciarlo con este filme, donde vemos que el arte también es matemáticas y todo está milimétricamente dispuesto para gozar de la visión del cuerpo y la sensualidad de Aria Giovanni, la diosa del erotismo chic.
Lo mejor: Aria, por supuesto
Lo peor: que la escena de la piscina sea tan corta
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