“Deviance”, la carta de presentación de la compañia de Eva Angelina y Teagan Presley, SkinWorxxx, fue una de las mejores piezas 100% sexo del año 2009, cosechando diversos premios y las alabanzas del sector. La segunda parte (si un all-sex puede tener una secuela) era inevitable, y Joshua lanzó el año pasado “Deviance 2”, con Teagan repitiendo en la orgía lésbica final y con el regreso a la escena porno de Adrianna Lynn (Adrenalynn). Eso sí, Evan Angelina, la gran estrella de la primera parte, no aparece en la película, restándole gran parte del atractivo a la cinta.
A cambio, aunque no es lo mismo, Joshua nos trae a la neumática Shyla Stylez en la única escena en exteriores de la saga, tirándose a un homeless que después le roba el cochazo con el que llega. Sobre un sofá abandonado, Shyla ofrece una de sus especialidades, un tremendo anal para abrir boca y prepararse para lo que viene a continuación.
El resto de escenas son todas en interiores, de nuevo industriales como en la primera parte, pero sin esa sensación de dureza y aspereza que daba la anterior entrega. La primera ambientación no tiene mucha lógica. En una sala de la nave industrial tenemos a Marco Banderas tocando el piano mientras Adrenalynn y Kristina Rose se enrollan más allá, para terminar follándose al pianista. Marco se trabaja a las dos, pero disfruta de verdad con el anal de Kristina Rose, que demuestra porque es una de las actrices más demandadas del hard americano.
En la siguiente escena, Alexis Texas y Jenna Haze entran en otra de las salas, que resulta ser una capilla donde el Padre Mr. Pete pretende ofrecer la palabra del señor. Sin embargo, lo que le ofrecen estas dos féminas es una buena dosis de sexo que culmina con el anal de la fina Jenna Haze, una gozada celestial que podría haber tenido una mejor realización.
La siguiente, pese a una gran carencia, es quizá la mejor escena de la cinta. Nikky Benz entra en una sala donde tiene retenidos a Charles Dera, Evan Stone y Tommy Gunn en una estructura metálica. Primero se la chupa a los sementales y se deja hacer con los chicos encerrados, pero luego los libera para disfrutar de una buena escena de sexo sin descanso con un sólo fallo: y es que debería estar prohibido hacer una escena con tres chicos y una chica donde no haya doble penetración o, al menos, un anal. Sin duda, hubiera resultado el colofón final a una magnífica escena que sí tiene un delicioso facial para culminar.
Como la anterior entrega, la cinta termina con una pequeña orgía lésbica. Adrenalynn, Jenna Haze, Nikki Benz y Teagan Presley resucitan en un depósito de cadáveres para marcarse un buen lésbico que, como el resto de la película, resulta algo descaifeinado en comparación a la primera parte, donde la gran Eva Angelina, con tres escenas más la orgía lésbica, marcaba el tono de un filme que pasará a la historia.
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