Young, Hot 'n Nasty Teenage Cruisers (Johnny Legend y Tom Denucci, 1977)

Al porno actual le hace falta más artistas con ganas de divertirse. Y eso es lo que es Johnny Legend, el autor principal de "Young, Hot 'n Nasty Teenage Cruisers", cantautor rockabilly, cineasta underground, manager de lucha libre y hippy empedernido que decidió pasárselo bien rodando una película porno en plena edad dorada del género. Y no hizo otra cosa que rodar lo que él mismo bien definió como un rockabilly porno, una alocada comedia llena de sexo, música, humor, libertad sesentera y mucho, mucho sexo.

Mientras Mambo Reaves (Johnny Legend) desprende su música rock por las ondas herzianas de una radio local, seguimos las disparatadas aventuras de una serie de jóvenes que se mueven por las calles de la ciudad entre música, sexo y diversión.

"Teenage Cruisers" muestra la historia de Serena y su amiga Barbara (Lynn Margulies) dando vueltas con su coche buscando diversión y anhelando a su Johnny que partió a la guerra; la de un pervertido que recorre la ciudad grabando conversaciones picantes ajenas para masturbarse; la de una ninfómana peligrosa (Christine De Shaffer) que se ha escapado del manicomio, y la de dos chicos intentando ligar y fracasando por la ciudad. Cuatro historias entrelazadas con personajes comunes junto a una fiesta sexual en la piscina, un concurso de cocinar pasteles en topless, un show donde los caballos son los espectadores y un guateque rockabilly en plena calle.

Este filme respira la libertad sexual y mental de los 60 y las influencias del cine transgresor y alocado del genial Russ Meyer. Y encima es un pastiche, ya que Legend fusionó el material original que rodó con loops (cortometrajes sexuales de los 60) recuperados del olvido. Y lo hizo con mucho talento. Casi todos quedan muy bien encajados con las historias y sólo se puede llegar a notar el collage en la diferente calidad de imagen de algunos de los vídeos antiguos.

Un tremendo, excitante y hippy trío de John Holmes con dos mujeres en la piscina; dos chicas embadurnándose de crema durante una competición de cocinar pasteles, una rubia de pequeñas tetas disfrutando del sexo en un pequeño cuarto, y una granjera masturbándose en un pajar son algunos de los loops que Legend fusionó con sus historias, que por su parte, también contienen su dosis de sexo.

Serena y Barbara se cruzan con varios personajes en un periplo que lleva a la pelirroja a masturbase en el suelo mientras escucha a la rubia de pequeñas tetas a través de la puerta, a disfrutar se cuerpo y de un autoestopista en su coche, y a retozar y verse inundada de semen con su ansiado Johnny en una furgoneta.

Por otro lado, la loca ninfómana Babsy Beaudine que interpreta Christine De Shaffer ataca en la piscina al vecino de Holmes, secuestra y somete a un profesor del instituto de Serena tras cruzarse con ella, y termina follando a ritmo de rock con el saxofonista de una fiesta musical callejera. Mientras, los dos ligones lo intentan y fracasan con Serena y Barbara y con otras chicas ya satisfechas en sus coches, terminando en un local presenciando películas imposibles. Una serie de aventuras alocadas llenas de secuencias surrealistas y disparatadas que llenan de humor el filme.

Y es que la película está plagada de gags y toques de humor que en diversas ocasiones se fusionan con el sexo y los desnudos al más puro estilo Russ Meyer. Tenemos a Serena literalmente inundada hasta el éxtasis con litros de semen de su Johnny mientras suena el Johnny Comes Home; los extraños personajes a los que saluda Mambo Reaves; el oyente suicida que llama a la radio; unos caballos viendo una película porno en la que una granjera se masturba en el pajar; Babsy masturbándose con un hinchador y tocando un solo de saxo con el coño; Serena haciéndole un calvo a su profesor; la loca atacando a lo "Tiburón" a un pringado en la piscina, durmiendo con una polla en la boca como si de un chupete se tratase y follando con un saxofonista mientras éste toca un sólo de rock.

Y todo mientras los ligones motorizados lo intentan con Serena mientras se masturba con un taladro en un gag a lo "Hot Shots", con otra a la que ya le está chupando el coño un perro (ninguna de las dos cosas son reales, tranquilos) o con otra que ya disfruta del sexo oral con un muñeco de ventrilocuo que amenaza a los chicos con una navaja.

La cautivadora Serena y la desquiciada y tremenda Christine De Shaffer son las principales protagonistas de la película. Según apuntan muchas voces, Serena estaba embarazada de pocas semanas durante el rodaje de la película. Algunos dicen que se le nota, pero la verdad es que su vientre está bien plano y lo único apreciable es la voluptuosidad de sus tetas y lo bellísima que está. Sin embargo, eso podría explicar que, aunque la vemos totalmente desnuda y abierta masturbándose y retozando con Johnny hasta el éxtasis, Serena no es penetrada en ningún momento de la película.

Junto a Serena y De Shaffer (que disfruta de más sexo que su compañera y nos hace disfrutar a nosotros con su voluptuosidad), destaca en el filme la gran banda sonora original repleta de ritmo y rock, con un espectáculo final con actuaciones de rockabilly en una fiesta callejera con jóvenes bailando. Bien en vivo en la fiesta o en la radio durante la película podemos disfrutar de la música del propio Legend, de Billy Zoom (de la banda X), Charlie Feathers, Ray Campi, Tony Conn y Jackie Lee Cochran, entre otros.

En definitiva, un filme único que puede recordar por su planteamiento al "American Graffiti" de George Lucas y que se erige como uno de los filmes imprescindibles de la edad dorada del porno. Diferente, alocado, sexy, divertido, cañero… todo lo que le hace falta al porno actual.

Lo mejor: Serena y la frescura del proyecto, que sobrevive 33 años después

Lo peor: que algunas secuencias son demasiado largas y llegan a cansar

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