Race 2 Race (Brad Armstrong, 2008)

Brad Armstrong sabe que no todo puede ser grandes películas de elaborado guión y por eso nos trae cada año unos cuantos vignettes donde el sexo sea lo más importante. Y esta vez, Armstrong ha querido sorprender y lo ha conseguido jugando con la escenografía y la estética y transformando su película en un apasionado videojuego al que seguro que muchos espectadores no se podrán resistir. Ideado en primer lugar como un vignette sexual interracial, Armstrong decidió marcar la diferencia transformándola en un espectáculo visual con una estética al más puro estilo Street Fighter.


Pero una presentación original e impactante no puede ser el único reclamo de una película. Sin embargo, Armstrong no aporta mucho más al filme, que termina siendo solamente un conjunto de seis escenas interraciales bien adornadas. En todo caso, el valor añadido lo aporta la tecnología con un DVD que ofrece unos menús muy conseguidos con la estética del mítico videojuego de Nintendo además de una gran cantidad de extras.



Pero seamos justos y destaquemos otro gran valor de la película: sus chicas. Es de agradecer por parte de Wicked que nos traigan este trabajo a chicas "nuevas", es decir, que para esta obra no hayan optado por las omnipresentes Jessica Drake, Stormy Daniels, Kirsten Price o Kailany Lei y hayan dado paso al aire fresco que traen chicas como Mikayla, Gianna Lynn, Maya Gates, Mia Smiles, Naomi Banxxx o Victoria Sin.



Como hemos dicho, seis escenas interraciales con parejas, tríos y grupos de cuatro. Y la primera escena es posiblemente la mejor del filme, con la genial Victoria Sin a lo Dominatrix Nazi mostrando su potencial sexual con el potente Deep Threat. Tyler Faith y la asiática Gianna Lynn se lo montan a continuación con Brad Armstrong en la que es la escena más floja del filme. Más tarde vendrán la exótica Jasmine Byrne como una temible asesina árabe contra TJ Cummings. Sin descanso, llegan después una salvaje Nyomi Banxxx y un rudo Tommy Gunn para "enfrentarse" a Maya Gates, que encarna a Dulce Diablo, la "luchadora" representante de España.



Tyler Knight y Marcus London se "enfrentan" después a una temible ninja encarnada por Mia Smiles. Y para terminar, Mikayla Mendez encarna a una india nativa americana para mostrar su potencial ante Amile Waters, Christian XXX y Dick Delaware. Sin duda, con esta variedad, el gusto por el reparto marcará las mejores escenas de cada uno, pero aún así la escena de Victoria Sin sobresale por encima de las demás gracias a un trabajo fantástico de la pareja y el morbo natural de Sin.



Así, Armstrong nos trae a un buen reparto con mucho que ofrecer para todos los gustos y la gracia de una estética diferente y atractiva, en un filme interracial alejado de su subgénero. Sexo comedido como es propio de Wicked, pero con un toque más cañero debido al argumento. Una obra correcta que no aspira a más de lo que es y que, al menos, ofrece algo de valor añadido a lo que podría haber sido solamente una simple colección de escenas.

Lo mejor
: la idea, el vestuario, Victoria Sin y Mikayla.

Lo peor: que Wicked no apueste por un sexo más fuerte en sus vignettes

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