Gloria (Savanna Samson) tiene una incontrolable pulsión de desnudarse en público, de mostrarse ante la gente, de sentirse observada e, incluso, practicar sexo en público. Su novio (Manuel Ferrara) la comprende, e incluso la fotografía y la lleva en coche por la ciudad a escandalizar a los viandantes. El problema es que Gloria quiere ir más allá, romper los límites, ir más lejos en su obsesión.
Phil Noir (guión) y Paul Thomas (dirección) componen un filme interesante, donde se viviseciona a una mujer con una parafilia como el exhibicionismo y a su entorno, que gira alrededor de ella y queda fuera de su vida, donde su obsesión ocupa todo el espacio. Pese a que se podría haber profundizado mucho más en su personaje, su obsesión y su consecuencias, Thomas y Noir consiguen contarnos una historia atractiva de forma más que efectiva, y combinarla con el sexo de forma excepcional. Rodada en cine (algo raro últimamente en la industria donde el video domina), destacan por su buena realización las escenas de exteriores, con un gran número de extras que se antojan reales y un buen trabajo de cámara. Además de las escenas sexuales, la parte argumental está repleta de desnudos y escenas subidas de tono, debido al argumento de la película, y que dan mucho morbo a la parte dramática. Todas las escenas de exhibicionismo están fantásticamente rodadas y bien inmersas en la historia (en una cafetería, en la parte trasera de un coche en plena carretera discurriendo por la ciudad, en el asiento del copiloto de un descapotable, en la azotea, en el salón de tatuajes... y por supuesto las de la feria, subida a la noria y en el toro mecánico). Así mismo, también destaca el realismo y el morbo de la fiesta universitaria que abre el filme y lo bien encajada que está dentro de la historia.
Sobre otros más flojos y desdibujados (el de Ferrara, Romano o Good) se erigen también buenos personajes secundarios como Pat, la dominante madre de Gloria interpretada por la veterana Cara Lott, y el de Marion, un iluso productor de televisión interpretado por Randy Spears.
El sexo en “Flasher” es de una calidad superior. Todas y cada una de las escenas son fabulosas, con fuerza, morbo, sensualidad, y están fantásticamente rodadas e interpretadas con muchísima pasión y entrega. Obviamente, Savanna protagoniza muchas de ellas (cuatro), pero el resto del reparto realiza un trabajo sexual formidable. Son un total de nueve escenas las que forman la parte sexual del filme: seis parejas (tres de ellas con Savanna Samson, dos con Carla Lott y una última con Roxy Jezel), dos tríos (uno de dos mujeres y un hombre, y otro de dos hombres y una mujer) y un lésbico. Se hace muy difícil elegir las mejores escenas del filme, ya que todas son fantásticas. Quizá, las mejores sean los dos tríos (uno protagonizado por Dillan Lauren, Luccia y Jerry, y el otro por Nikki Nievez, Tony T & Jack Vence); y todas las de Savanna: el lésbico de junto a una fantástica y espectacular Brooke Haven (una escena deliciosa), y las escenas de parejas con Marty Romano, Buster Good y Manuel Ferrara. Para los amantes de las MILF, las escenas protagonizadas por Lott tampoco tienen desperdicio. Asimismo, la joven Jezel tampoco deja nada que desear. Un fantástico compendio de escenas sexuales de alto nivel.
En cuanto a la interpretación, obviamente, Savanna lidera el apartado. Es el personaje principal del la película, y realiza su papel de forma más que efectiva. Sin llegar a cotas tan altas como las conseguidas en “The new devil in Miss Jones”, Savanna sabe dotar a su personaje de la vida que requería. Asimismo, Carla Lott y Randy Spears realizan muy bien su papel (de hecho Spears ganó el AVN al mejor actor de reparto en película rodada en cine).
“Flasher” es una nueva muestra de la maestría de Paul Thomas, un fantástico director que nos ha brindado algunas de las mayores joyas del cine porno. Bien en la parte argumental y fenomenal en la sexual, sólo se le puede recriminar no haber llegado un poco más lejos, dotando de mayor crudeza a la historia y haciéndola virar a algo más oscuro y decadente (como ya hizo en “Heart of Darkness”, otra historia de pulsiones incontrolables que llevan al protagonista al abismo). De todos modos, “Flasher” constituye, para mí, una de las mejores películas de la temporada pasada, y deja bien claro que el rodaje en cine que siempre han defendido Vivid y Paul Thomas aún tiene cabida en mundo del porno.
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